Bodegas Robles, santo y seña de la producción ecológica en Andalucía y referente de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, ha tenido una destacada participación en Auténtica Premium Food, la gran cita para profesionales de la industria alimentaria y la alta gastronomía celebrada en Sevilla, donde su gerente, Francisco Robles, protagonizó dos eventos clave que pusieron de relieve la versatilidad de la variedad de uva Pedro Ximénez, así como el futuro de los productos con calidad diferenciada en Andalucía.
En primer lugar, Francisco Robles intervino en una mesa redonda junto a representantes de Industrial Conservera de Tarifa, Bodegas La Cigarrera y Arrozúa que se centró en cuestiones esenciales para el futuro de la cadena agroalimentaria andaluza: sostenibilidad, innovación, cooperación entre eslabones, internacionalización y relevo generacional.
Durante su intervención, Robles defendió que "la calidad diferenciada no se improvisa: nace de un suelo vivo, de viticultura ecológica y del respeto a las levaduras autóctonas. Cuando trabajamos así, competimos por valor, y construimos confianza en toda la cadena".
En ese mismo foro, el gerente de Bodegas Robles no eludió los retos que ya condicionan al sector. "El cambio climático ya está aquí y nos obliga a mejorar la gestión del viñedo, ahorrar agua y apostar por economía circular. El otro gran reto es el relevo generacional: necesitamos atraer talento al campo con proyectos sostenibles y con sentido", señaló el bodeguero montillano, quien resaltó la importancia de vincular la tradición vitivinícola con una mirada innovadora y adaptada a las nuevas exigencias medioambientales.
La segunda gran cita para la bodega montillana fue el Aula Degusta, un espacio donde se ofreció una cata con tres expresiones distintas de la variedad Pedro Ximénez: Piedra Luenga Fino, criado bajo velo de flor y envejecido por el tradicional sistema de criaderas y soleras; Robles Brut Nature, el primer espumoso elaborado íntegramente con uvas Pedro Ximénez; y el Robles Pedro Ximénez 1927, un vino dulce natural obtenido mediante asoleo.
De este modo, Francisco Robles explicó que "queríamos demostrar que la Pedro Ximénez es mucho más que un vino dulce. Es una variedad con una increíble capacidad de adaptación que nos permite innovar y crear desde finos secos y elegantes hasta espumosos vibrantes". Añadió, además, que "esa versatilidad es una oportunidad para Montilla-Moriles y para Andalucía".
En este sentido, la bodega aprovechó la ocasión para recordar su apuesta de largo recorrido por un modelo de trabajo ligado al territorio. Desde finales de los años noventa, Robles ha impulsado prácticas de viticultura ecológica, el uso de cubiertas vegetales, la preservación de la biodiversidad en el viñedo y fermentaciones con levaduras autóctonas. "Generación tras generación, hemos entendido que cuanto más cuidamos la tierra, mejores son nuestros vinos. Cada botella quiere ser un reflejo vivo de nuestra tierra, nuestra pasión y nuestras raíces", afirmó.
La trayectoria de Bodegas Robles, fundada en 1927 en el marco de Montilla-Moriles, confirma esa filosofía de respeto por la tierra y por las raíces. Además de ser la primera en España en certificar su huella de carbono, entre sus reconocimientos figuran el Premio Alimentos de España a la Producción Ecológica o el Premio Enoturismo Rutas del Vino de España. También ha sido incluida entre las quince mejores bodegas de la última década por la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV).
De esta manera, la presencia en Auténtica Premium Food ha servido para mostrar cómo la tradición y la innovación conviven en el día a día de la bodega montillana, que defiende la singularidad de la uva Pedro Ximénez como seña de identidad y como una ventana de futuro para el sector vitivinícola andaluz.
En primer lugar, Francisco Robles intervino en una mesa redonda junto a representantes de Industrial Conservera de Tarifa, Bodegas La Cigarrera y Arrozúa que se centró en cuestiones esenciales para el futuro de la cadena agroalimentaria andaluza: sostenibilidad, innovación, cooperación entre eslabones, internacionalización y relevo generacional.
Durante su intervención, Robles defendió que "la calidad diferenciada no se improvisa: nace de un suelo vivo, de viticultura ecológica y del respeto a las levaduras autóctonas. Cuando trabajamos así, competimos por valor, y construimos confianza en toda la cadena".

En ese mismo foro, el gerente de Bodegas Robles no eludió los retos que ya condicionan al sector. "El cambio climático ya está aquí y nos obliga a mejorar la gestión del viñedo, ahorrar agua y apostar por economía circular. El otro gran reto es el relevo generacional: necesitamos atraer talento al campo con proyectos sostenibles y con sentido", señaló el bodeguero montillano, quien resaltó la importancia de vincular la tradición vitivinícola con una mirada innovadora y adaptada a las nuevas exigencias medioambientales.
La segunda gran cita para la bodega montillana fue el Aula Degusta, un espacio donde se ofreció una cata con tres expresiones distintas de la variedad Pedro Ximénez: Piedra Luenga Fino, criado bajo velo de flor y envejecido por el tradicional sistema de criaderas y soleras; Robles Brut Nature, el primer espumoso elaborado íntegramente con uvas Pedro Ximénez; y el Robles Pedro Ximénez 1927, un vino dulce natural obtenido mediante asoleo.
De este modo, Francisco Robles explicó que "queríamos demostrar que la Pedro Ximénez es mucho más que un vino dulce. Es una variedad con una increíble capacidad de adaptación que nos permite innovar y crear desde finos secos y elegantes hasta espumosos vibrantes". Añadió, además, que "esa versatilidad es una oportunidad para Montilla-Moriles y para Andalucía".

En este sentido, la bodega aprovechó la ocasión para recordar su apuesta de largo recorrido por un modelo de trabajo ligado al territorio. Desde finales de los años noventa, Robles ha impulsado prácticas de viticultura ecológica, el uso de cubiertas vegetales, la preservación de la biodiversidad en el viñedo y fermentaciones con levaduras autóctonas. "Generación tras generación, hemos entendido que cuanto más cuidamos la tierra, mejores son nuestros vinos. Cada botella quiere ser un reflejo vivo de nuestra tierra, nuestra pasión y nuestras raíces", afirmó.
La trayectoria de Bodegas Robles, fundada en 1927 en el marco de Montilla-Moriles, confirma esa filosofía de respeto por la tierra y por las raíces. Además de ser la primera en España en certificar su huella de carbono, entre sus reconocimientos figuran el Premio Alimentos de España a la Producción Ecológica o el Premio Enoturismo Rutas del Vino de España. También ha sido incluida entre las quince mejores bodegas de la última década por la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV).
De esta manera, la presencia en Auténtica Premium Food ha servido para mostrar cómo la tradición y la innovación conviven en el día a día de la bodega montillana, que defiende la singularidad de la uva Pedro Ximénez como seña de identidad y como una ventana de futuro para el sector vitivinícola andaluz.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: BODEGAS ROBLES
FOTOGRAFÍA: BODEGAS ROBLES

