La XVIII Fiesta del Vino y la Tapa abrió sus puertas anoche en el Complejo Envidarte de Montilla, donde decenas de personas comenzaron a disfrutar de un intenso fin de semana marcado por el vino, la gastronomía y la tradición. Hasta mañana domingo, la cita se mantendrá activa con un programa que combina el sabor de los vinos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles con la creatividad de la cocina local, además del esperado Concurso de Venencia y Destreza en el Oficio, previsto para la jornada de mañana.
El teniente de alcalde de Desarrollo Local y Seguridad, Valeriano Rosales, destacó en la inauguración que el evento "pone en valor el trabajo de agricultores, bodegueros y de todas las personas vinculadas al mundo del vino", en un año especialmente difícil para el campo. El edil montillano añadió que esta fiesta es mucho más que un encuentro gastronómico, pues representa el reconocimiento a quienes hacen posible que Montilla conserve su lugar de referencia en el mundo enológico.
En esta decimoctava edición participan veintiuna empresas que llenan de vida quince expositores en Envidarte. El público puede encontrar vinos de bodegas tan emblemáticas como Arrabal Rodríguez, Lagar Blanco, Bodegas Alvear, Bodegas Robles, Bodegas Pérez Barquero y Bodegas Gracia Hermanos.
También se suman lagares con profundo arraigo como Lagar Los Raigones y Lagar La Primilla, junto a proyectos con identidad propia como Bodega Rockera Cabriñana. A todo ello se añaden Bodegas Maíllo e Hijos y Productos Maíllo, así como la Cooperativa Nuestra Señora de la Aurora y la Cooperativa Agrícola La Unión, que completan el panorama de la DOP Montilla-Moriles.
La oferta gastronómica corre a cargo de tabernas y restaurantes que representan lo mejor de la hostelería montillana. Así, los visitantes pueden maridar los vinos con propuestas de Taberna Imperial, Restaurante El Quijote, Casa Gabi, Taberna Bolero, Monjamón, La Abadía, La Temporá y Taberna Los Barriles. Cada establecimiento aporta su sello propio, desde recetas tradicionales hasta creaciones más innovadoras, pensadas para resaltar la riqueza de los vinos.
El concejal de Comercio señaló que la cita representa "el maridaje perfecto" entre los vinos de Montilla-Moriles y la cocina local, funcionando además como motor turístico y cultural. Esa idea se refuerza con las catas dirigidas, los maridajes innovadores y los talleres prácticos incluidos en el programa, que permiten al público vivir experiencias más participativas y acercarse al mundo del vino desde un enfoque distinto.
Como novedad, este año se ha abierto un espacio para territorios invitados. La DOP Cariñena, reconocida como Ciudad Europea del Vino 2025, y el municipio portugués de Serpa, en el Baixo Alentejo, comparten su identidad a través de degustaciones y actividades propias. Ese intercambio convierte a Montilla en un puente cultural entre distintas tradiciones vitivinícolas.
Por su parte, el concejal de Turismo y Promoción de Ciudad, Adrian Lapsley, destacó que la fiesta es "un gran escaparate de nuestra tradición vitivinícola" y recordó que coincide con la quinta edición de la Feria de Artesanía "Montilla Hecho a Mano".
Desde el ámbito bodeguero, Adela Córdoba, responsable de Marketing del Grupo Pérez Barquero, santo y seña de la DOP Montilla-Moriles, animó a vecinos y visitantes a "disfrutar de un fin de semana elegante y cercano al vino", toda vez que agradeció también la implicación de la ciudadanía en todas las actividades que se desarrollan en la localidad en torno a su producto más emblemático.
Los horarios marcan ritmos distintos. Durante la jornada de hoy, Envidarte se llena de ambiente festivo hasta las dos de la madrugada; mañana domingo, de 13:00 a 18:00 de la tarde, la clausura adoptará un carácter más familiar. El Ayuntamiento de Montilla ha reforzado la accesibilidad al evento con autobuses desde Córdoba, gestionados a través de la Oficina de Turismo.
En definitiva, la XVIII Fiesta del Vino y la Tapa ha confirmado desde su apertura que Montilla sigue siendo la Ciudad del Vino. Cada bodega y cada taberna participante aportan su granito de arena para que este encuentro se convierta en una celebración de raíces, identidad y futuro.
En el marco de esta programación, mañana se celebrará el Concurso de Venencia y Destreza en el Oficio, organizado en colaboración con la Asociación Amigos de la Venencia. El certamen reivindicará el vino como seña de identidad de la comarca y como reflejo de una tradición que se ha transmitido durante generaciones.
La convocatoria contempla cuatro categorías en la modalidad de Venencia —Sénior, Juvenil, Infantil y Chupete— y una categoría única en la modalidad de Volteo. El jurado valorará no solo la técnica y la limpieza en el manejo, sino también la fidelidad a la vestimenta tradicional y la puesta en escena.
El plazo de inscripción permanecerá abierto hasta una hora antes del inicio en el propio recinto de Envidarte. El Ayuntamiento de Montilla repartirá premios valorados en 600 euros, además de diplomas acreditativos. Una recompensa que reconoce no solo la pericia de los participantes, sino también el respeto por la tradición vitivinícola.
La venencia, concebida originalmente como un instrumento para comprobar el estado del vino en las botas de crianza, se ha transformado con el tiempo en un arte admirado en toda Europa. Hoy, su ejecución sigue siendo un gesto cargado de autenticidad y simbolismo, que Montilla mantiene vivo a través de este concurso. Lo mismo ocurre con el volteo, modalidad incluida en el certamen, que añade un componente de habilidad al encuentro.
El teniente de alcalde de Desarrollo Local y Seguridad, Valeriano Rosales, destacó en la inauguración que el evento "pone en valor el trabajo de agricultores, bodegueros y de todas las personas vinculadas al mundo del vino", en un año especialmente difícil para el campo. El edil montillano añadió que esta fiesta es mucho más que un encuentro gastronómico, pues representa el reconocimiento a quienes hacen posible que Montilla conserve su lugar de referencia en el mundo enológico.
En esta decimoctava edición participan veintiuna empresas que llenan de vida quince expositores en Envidarte. El público puede encontrar vinos de bodegas tan emblemáticas como Arrabal Rodríguez, Lagar Blanco, Bodegas Alvear, Bodegas Robles, Bodegas Pérez Barquero y Bodegas Gracia Hermanos.

También se suman lagares con profundo arraigo como Lagar Los Raigones y Lagar La Primilla, junto a proyectos con identidad propia como Bodega Rockera Cabriñana. A todo ello se añaden Bodegas Maíllo e Hijos y Productos Maíllo, así como la Cooperativa Nuestra Señora de la Aurora y la Cooperativa Agrícola La Unión, que completan el panorama de la DOP Montilla-Moriles.
La oferta gastronómica corre a cargo de tabernas y restaurantes que representan lo mejor de la hostelería montillana. Así, los visitantes pueden maridar los vinos con propuestas de Taberna Imperial, Restaurante El Quijote, Casa Gabi, Taberna Bolero, Monjamón, La Abadía, La Temporá y Taberna Los Barriles. Cada establecimiento aporta su sello propio, desde recetas tradicionales hasta creaciones más innovadoras, pensadas para resaltar la riqueza de los vinos.
El concejal de Comercio señaló que la cita representa "el maridaje perfecto" entre los vinos de Montilla-Moriles y la cocina local, funcionando además como motor turístico y cultural. Esa idea se refuerza con las catas dirigidas, los maridajes innovadores y los talleres prácticos incluidos en el programa, que permiten al público vivir experiencias más participativas y acercarse al mundo del vino desde un enfoque distinto.
Como novedad, este año se ha abierto un espacio para territorios invitados. La DOP Cariñena, reconocida como Ciudad Europea del Vino 2025, y el municipio portugués de Serpa, en el Baixo Alentejo, comparten su identidad a través de degustaciones y actividades propias. Ese intercambio convierte a Montilla en un puente cultural entre distintas tradiciones vitivinícolas.

Por su parte, el concejal de Turismo y Promoción de Ciudad, Adrian Lapsley, destacó que la fiesta es "un gran escaparate de nuestra tradición vitivinícola" y recordó que coincide con la quinta edición de la Feria de Artesanía "Montilla Hecho a Mano".
Desde el ámbito bodeguero, Adela Córdoba, responsable de Marketing del Grupo Pérez Barquero, santo y seña de la DOP Montilla-Moriles, animó a vecinos y visitantes a "disfrutar de un fin de semana elegante y cercano al vino", toda vez que agradeció también la implicación de la ciudadanía en todas las actividades que se desarrollan en la localidad en torno a su producto más emblemático.
Los horarios marcan ritmos distintos. Durante la jornada de hoy, Envidarte se llena de ambiente festivo hasta las dos de la madrugada; mañana domingo, de 13:00 a 18:00 de la tarde, la clausura adoptará un carácter más familiar. El Ayuntamiento de Montilla ha reforzado la accesibilidad al evento con autobuses desde Córdoba, gestionados a través de la Oficina de Turismo.
En definitiva, la XVIII Fiesta del Vino y la Tapa ha confirmado desde su apertura que Montilla sigue siendo la Ciudad del Vino. Cada bodega y cada taberna participante aportan su granito de arena para que este encuentro se convierta en una celebración de raíces, identidad y futuro.

Concurso de Venencia y Destreza en el Oficio
En el marco de esta programación, mañana se celebrará el Concurso de Venencia y Destreza en el Oficio, organizado en colaboración con la Asociación Amigos de la Venencia. El certamen reivindicará el vino como seña de identidad de la comarca y como reflejo de una tradición que se ha transmitido durante generaciones.
La convocatoria contempla cuatro categorías en la modalidad de Venencia —Sénior, Juvenil, Infantil y Chupete— y una categoría única en la modalidad de Volteo. El jurado valorará no solo la técnica y la limpieza en el manejo, sino también la fidelidad a la vestimenta tradicional y la puesta en escena.
El plazo de inscripción permanecerá abierto hasta una hora antes del inicio en el propio recinto de Envidarte. El Ayuntamiento de Montilla repartirá premios valorados en 600 euros, además de diplomas acreditativos. Una recompensa que reconoce no solo la pericia de los participantes, sino también el respeto por la tradición vitivinícola.
La venencia, concebida originalmente como un instrumento para comprobar el estado del vino en las botas de crianza, se ha transformado con el tiempo en un arte admirado en toda Europa. Hoy, su ejecución sigue siendo un gesto cargado de autenticidad y simbolismo, que Montilla mantiene vivo a través de este concurso. Lo mismo ocurre con el volteo, modalidad incluida en el certamen, que añade un componente de habilidad al encuentro.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR / AYUNTAMIENTO DE MONTILLA
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR / AYUNTAMIENTO DE MONTILLA

