En estos densos poemas Ignacio Santos expresa su imperiosa necesidad de identificar y de explicar su enfrentamiento cordial con el misterio de la vida y con su renovada fe en el destino y en el poder de la palabra para descubrir el enigma de la existencia humana y el misterio de la creación poética. Logra su propósito de expresar las experiencias vividas que están retenidas en las entrañas de su memoria, ese rico arsenal de testimonios que él combina gracias a su irreprimible impulso creativo.
La amplia serie de los procedimientos que emplea en De los míos sed se fundamentan en los principios de la “oposición” o el de la “repetición”. Construye cada verso relacionando objetos, episodios o palabras diferentes o reiterándolos con el fin de generar diversos efectos acústicos que intensifican sus significados, nos sorprenden y estimulan nuestra la reflexión sobre la complejidad de la realidad: nos hacen reflexionar con el fin de que indaguemos o imaginemos unos mundos posibles y, a veces, gratificantes.
Cada palabra de este intenso poemario forma parte de un tesoro vivo que encarna sus propias experiencias y que él utiliza sin necesidad de recurrir al barroquismo florido tan utilizado incluso en estos tiempos porque le resultan suficientes la desnudez, la parquedad y la claridad expresiva.
Aunque en algunas de estas composiciones advertimos ciertas influencias vanguardistas en la disposición tipográfica de sus versos, hace gala de sobriedad y de su elevada capacidad para crear imágenes originales y para invitarnos a los lectores a descubrir nuevas asociaciones y comparaciones inusitadas.
En sus versos advertimos su preocupación por el destino del ser humano tras descubrirnos esos abismos inexpugnables de la existencia humana cuando se reúnen armónicamente la vida y el ensueño. En mi opinión, la raíz de esta fuerza expresiva reside en esa contradicción existencial entre la vida y la muerte.
La vida y la muerte forman esa unidad indivisible que invade todo el dominio humano: y es que, efectivamente, la muerte puede propiciar una nueva vida. En realidad, significan dos partes complementarias de un proceso irreversible. El nacimiento y la muerte están simultáneamente presente en cada etapa de la existencia humana.
El tiempo cumple una función aniquiladora porque reduce el capital potencial de la vida y acorta también el horizonte de la muerte: la vida posee un contenido mortal pero la muerte contiene un sentido positivo cuando abre y estimula la posibilidad de vidas más intensas.
Título: De los míos sed.
Autor: Ignacio Santos Carrasco.
Edita: Editorial Anáfora.
Año: 2025.
ISBN: 979-13-990163-2-1.
La amplia serie de los procedimientos que emplea en De los míos sed se fundamentan en los principios de la “oposición” o el de la “repetición”. Construye cada verso relacionando objetos, episodios o palabras diferentes o reiterándolos con el fin de generar diversos efectos acústicos que intensifican sus significados, nos sorprenden y estimulan nuestra la reflexión sobre la complejidad de la realidad: nos hacen reflexionar con el fin de que indaguemos o imaginemos unos mundos posibles y, a veces, gratificantes.
Cada palabra de este intenso poemario forma parte de un tesoro vivo que encarna sus propias experiencias y que él utiliza sin necesidad de recurrir al barroquismo florido tan utilizado incluso en estos tiempos porque le resultan suficientes la desnudez, la parquedad y la claridad expresiva.
Aunque en algunas de estas composiciones advertimos ciertas influencias vanguardistas en la disposición tipográfica de sus versos, hace gala de sobriedad y de su elevada capacidad para crear imágenes originales y para invitarnos a los lectores a descubrir nuevas asociaciones y comparaciones inusitadas.

En sus versos advertimos su preocupación por el destino del ser humano tras descubrirnos esos abismos inexpugnables de la existencia humana cuando se reúnen armónicamente la vida y el ensueño. En mi opinión, la raíz de esta fuerza expresiva reside en esa contradicción existencial entre la vida y la muerte.
La vida y la muerte forman esa unidad indivisible que invade todo el dominio humano: y es que, efectivamente, la muerte puede propiciar una nueva vida. En realidad, significan dos partes complementarias de un proceso irreversible. El nacimiento y la muerte están simultáneamente presente en cada etapa de la existencia humana.
El tiempo cumple una función aniquiladora porque reduce el capital potencial de la vida y acorta también el horizonte de la muerte: la vida posee un contenido mortal pero la muerte contiene un sentido positivo cuando abre y estimula la posibilidad de vidas más intensas.
Ficha técnica
Título: De los míos sed.
Autor: Ignacio Santos Carrasco.
Edita: Editorial Anáfora.
Año: 2025.
ISBN: 979-13-990163-2-1.
JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ GUERRERO
FOTOGRAFÍA: DEPOSITPHOTOS.COM
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