El presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, anunció este pasado viernes una ayuda de 140.000 euros al sector vitivinícola Montilla-Moriles para paliar las pérdidas y daños provocados por el mildiu y las altas temperaturas, “una ayuda que irá destinada a cubrir las cuotas de 2025 de viñedos y elaboradores del Consejo Regulador”. Un compromiso, comentó Fuentes, “que afecta al cien por cien de los protagonistas de un sector que necesita ayudas urgentes de la Junta de Andalucía, de esta Diputación, pero también del Gobierno de España”.
“Nuestro apoyo a los vinos del marco Montilla-Moriles se encaja dentro de nuestro marco competencial y con él venimos a intentar paliar la situación que atraviesa esta zona y que afecta a agricultores, cooperativas y bodegas, como consecuencia de las altas temperaturas y de los efectos del mildiu”, señaló Fuentes.
El máximo responsable de la institución provincial explicó, además, que “para que nos hagamos una idea de la envergadura de la problemática, durante los meses de mayo y junio la perspectiva de producción era de 34 millones de kilos y la cosecha ha dado un resultado de 18 o 19 millones de kilos”.
Según Fuentes, “las ayudas que anunciamos este pasado viernes, y que permitirán hacer frente a las cuotas del Consejo Regulador Montilla-Moriles, se suman a la campaña de promoción que venimos realizando de nuestros vinos en los partidos del Córdoba Club de Fútbol, una promoción en las pantallas LED que tiene un alcance cercano a los 500.000 espectadores”.
“Nuestra intención es mantener esta campaña hasta y durante la Navidad. Una iniciativa que ya hicimos con 'EnBarro' y que haremos con el jamón, pero que ahora centramos en los vinos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles”, detalló Fuentes.
El presidente de la Diputación de Córdoba afirmó que “esta acción promocional se completará, además, con campañas en medios de comunicación especializados que nos permitirán vender y promocionar de manera cualificada Montilla-Moriles”.
Por su parte, Javier Martín, presidente del Consejo Regulador de la DOP Montilla-Moriles, agradeció “el esfuerzo que va a hacer la Diputación con nuestro sector y que llegará a los tres actores involucrados: agricultores, cooperativas y bodegas”.
Una ayuda, añadió Martín, “que viene a paliar un año desastroso, con una cosecha un 32 por ciento inferior respecto a 2024, ejercicio que también fue malo. Si atendemos a la media de los últimos años, hablamos de una cosecha un 50 por ciento menor, todo ello consecuencia del mildiu provocado por las lluvias de primavera y por los 15 días de intenso calor vividos durante el mes de agosto”.
“Agradecemos de primera mano el apoyo inmediato y decidido de esta Diputación, un apoyo que va acompañado de compromisos cerrados e inmediatos que irán a los afectados”, concluyó Martín, que estuvo acompañado en la rueda de prensa por Francisco Fernández, gerente de la Cooperativa Agrícola La Unión y por Juan Manuel Centella, presidente de la Sectorial de la Viña de Asaja-Córdoba.
Conocido en otras regiones como añublo o mildeo, este hongo parásito originario de América puede ocasionar daños devastadores en todos los órganos de la planta si el clima le favorece. Representa una de las enfermedades criptogámicas más peligrosas y temidas por los viticultores porque, cuando la infección es grande, puede arrasar toda la producción de una zona vitivinícola.
La ingeniera agrónoma Ángela Portero, responsable del Aula de Viticultura del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Montilla-Moriles, insistió en que “la detección precoz y su comunicación inmediata son beneficiosas para reducir costes y también para el medio ambiente, ya que se promueve una forma de producir más sostenible y se optimizan los tratamientos”.
El mildiu, causado por el pseudohongo Plasmopara viticola, ataca directamente racimos y bayas en todas sus etapas de desarrollo. Las bayas jóvenes infectadas dejan de crecer, se endurecen y pueden caer del racimo, lo que se traduce en pérdidas de entre el 50 y el 80 por ciento de la producción. Además, las uvas afectadas pueden presentar un tamaño reducido, menor contenido en azúcares y una maduración irregular, factores que repercuten directamente en la calidad del vino.
Las infecciones severas provocan también la caída prematura de las hojas —esenciales para la fotosíntesis— y debilitan los sarmientos y brotes jóvenes, lo que compromete tanto la cosecha actual como la futura. En consecuencia, el mildiu no solo afecta la cantidad de uva, sino también su composición y, con ello, la calidad de los vinos, que pueden presentar menor intensidad de color, menos cuerpo y aromas alterados.
Los tratamientos más comunes incluyen el uso de productos a base de cobre, efectivos y de bajo coste, aunque en casos más graves se recurre a tratamientos sistémicos más caros. De ahí la importancia de la detección temprana, que permite reducir el impacto económico y ambiental de esta enfermedad que, año tras año, amenaza la viña en el marco Montilla-Moriles.
“Nuestro apoyo a los vinos del marco Montilla-Moriles se encaja dentro de nuestro marco competencial y con él venimos a intentar paliar la situación que atraviesa esta zona y que afecta a agricultores, cooperativas y bodegas, como consecuencia de las altas temperaturas y de los efectos del mildiu”, señaló Fuentes.
El máximo responsable de la institución provincial explicó, además, que “para que nos hagamos una idea de la envergadura de la problemática, durante los meses de mayo y junio la perspectiva de producción era de 34 millones de kilos y la cosecha ha dado un resultado de 18 o 19 millones de kilos”.

Según Fuentes, “las ayudas que anunciamos este pasado viernes, y que permitirán hacer frente a las cuotas del Consejo Regulador Montilla-Moriles, se suman a la campaña de promoción que venimos realizando de nuestros vinos en los partidos del Córdoba Club de Fútbol, una promoción en las pantallas LED que tiene un alcance cercano a los 500.000 espectadores”.
“Nuestra intención es mantener esta campaña hasta y durante la Navidad. Una iniciativa que ya hicimos con 'EnBarro' y que haremos con el jamón, pero que ahora centramos en los vinos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles”, detalló Fuentes.
El presidente de la Diputación de Córdoba afirmó que “esta acción promocional se completará, además, con campañas en medios de comunicación especializados que nos permitirán vender y promocionar de manera cualificada Montilla-Moriles”.

Por su parte, Javier Martín, presidente del Consejo Regulador de la DOP Montilla-Moriles, agradeció “el esfuerzo que va a hacer la Diputación con nuestro sector y que llegará a los tres actores involucrados: agricultores, cooperativas y bodegas”.
Una ayuda, añadió Martín, “que viene a paliar un año desastroso, con una cosecha un 32 por ciento inferior respecto a 2024, ejercicio que también fue malo. Si atendemos a la media de los últimos años, hablamos de una cosecha un 50 por ciento menor, todo ello consecuencia del mildiu provocado por las lluvias de primavera y por los 15 días de intenso calor vividos durante el mes de agosto”.
“Agradecemos de primera mano el apoyo inmediato y decidido de esta Diputación, un apoyo que va acompañado de compromisos cerrados e inmediatos que irán a los afectados”, concluyó Martín, que estuvo acompañado en la rueda de prensa por Francisco Fernández, gerente de la Cooperativa Agrícola La Unión y por Juan Manuel Centella, presidente de la Sectorial de la Viña de Asaja-Córdoba.

El impacto del mildiu en la vid
Conocido en otras regiones como añublo o mildeo, este hongo parásito originario de América puede ocasionar daños devastadores en todos los órganos de la planta si el clima le favorece. Representa una de las enfermedades criptogámicas más peligrosas y temidas por los viticultores porque, cuando la infección es grande, puede arrasar toda la producción de una zona vitivinícola.
La ingeniera agrónoma Ángela Portero, responsable del Aula de Viticultura del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Montilla-Moriles, insistió en que “la detección precoz y su comunicación inmediata son beneficiosas para reducir costes y también para el medio ambiente, ya que se promueve una forma de producir más sostenible y se optimizan los tratamientos”.
El mildiu, causado por el pseudohongo Plasmopara viticola, ataca directamente racimos y bayas en todas sus etapas de desarrollo. Las bayas jóvenes infectadas dejan de crecer, se endurecen y pueden caer del racimo, lo que se traduce en pérdidas de entre el 50 y el 80 por ciento de la producción. Además, las uvas afectadas pueden presentar un tamaño reducido, menor contenido en azúcares y una maduración irregular, factores que repercuten directamente en la calidad del vino.

Las infecciones severas provocan también la caída prematura de las hojas —esenciales para la fotosíntesis— y debilitan los sarmientos y brotes jóvenes, lo que compromete tanto la cosecha actual como la futura. En consecuencia, el mildiu no solo afecta la cantidad de uva, sino también su composición y, con ello, la calidad de los vinos, que pueden presentar menor intensidad de color, menos cuerpo y aromas alterados.
Los tratamientos más comunes incluyen el uso de productos a base de cobre, efectivos y de bajo coste, aunque en casos más graves se recurre a tratamientos sistémicos más caros. De ahí la importancia de la detección temprana, que permite reducir el impacto económico y ambiental de esta enfermedad que, año tras año, amenaza la viña en el marco Montilla-Moriles.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: DIPUTACIÓN DE CÓRDOBA
FOTOGRAFÍA: DIPUTACIÓN DE CÓRDOBA

